Humedad

EL RIESGO DE LA HUMEDAD EN LOS MATERIALES
La humedad tiene una influencia directa sobre los materiales de construcción, provocando su degradación y afectando, como consecuencia, nuestra calidad de vida. Cuatro son los factores a considerar:

  1. Factores térmicos: la presencia del agua en los materiales provoca una pérdida en el rendimiento de la aislación térmica, un aumento en el uso de la calefacción y por lo tanto un costo mayor. El aire contenido en los materiales es un excelente aislante térmico y con respecto al agua, es 25 veces menos conductor. Un techo con solo el 7 % de humedad con respecto a uno seco pierde el 90 % de su aislación térmica.
  2. Factores constructivos: más peligroso aún es el efecto que produce en las estructuras. Un techo suele tener en su composición hierro, ya sea en barras o perfiles. Estos cumplen una función estructural. El hierro, bajo la acción del agua, se corroe. Si el sistema estructural está realizado con tirantes de madera, los mismos pueden verse afectados hasta la putrefacción. La falta de intervención ante esta patología puede provocar desprendimientos de material y llegar, incluso, hasta el colapso de la estructura.
    Por otro lado la presencia de humedad genera un aumento de volumen en los materiales. El agua contenida en el interior de las estructuras se transforma en vapor por efectos del calor y se expande. En caso de no encontrar conductos directos por donde salir, esta presión termina resquebrajando los materiales, produciendo mayores grietas y fisuras, generando un círculo vicioso.
  3. Factores eléctricos: demás está decir el riesgo que conlleva la presencia de humedad en el interior de las paredes por donde pueden circular caños de electricidad.
  4. Factores económicos: estos efectos producidos por la humedad provocan la degradación de los materiales que obliga a su reparación posterior para recuperar la puesta en valor del inmueble. Por esta razón es que debe atacarse el problema con celeridad para no generar costos mayores.

LOS RIESGOS DE LA HUMEDAD EN NUESTRA SALUD
No es nuestra intención en este espacio desarrollar un tema que compete al ámbito de la medicina, puesto que no estamos capacitados para hacerlo. Solo destacaremos algunos puntos que nos atañen.

El exceso de humedad ambiental aumenta la posibilidad de provocar alergias (causada generalmente por los hongos), debilitación del sistema inmunológico, enfermedades respiratorias como el asma y la sinusitis e infecciones pulmonares como la bronquitis.
También los músculos y las articulaciones sufren los efectos de la humedad, con el aumento de dolor.
Debido a la humedad contenida en el aire, puede tener sensación de malestar, escalofríos, cansancio, dificultad al respirar, pies fríos, dolor de cabeza, congestión nasal, tos, irritación en la garganta, los ojos y la piel, malos olores, etc.

Estudios y estadísticas
- Los espacios húmedos son propicios para la formación de moho, hongos, ácaros y bacterias. Las infecciones provocadas por estos microorganismos se dan habitualmente por su inhalación y si bien no se multiplican en el aire, ésta es la vía por la que se transmiten. Las concentraciones son más altas en sitios cerrados y se facilita su transmisión al estornudar, toser o simplemente respirar o hablar por medio de gotas microscópicas de líquido mucoso bronquial. El aire inspirado al circular lentamente permite que se sedimenten las partículas según su tamaño, llegando así a las diferentes partes del árbol respiratorio (tráquea, bronquios y alvéolos), produciendo diferentes episodios de enfermedad respiratoria.
Los niños y ancianos son los más vulnerables a estos factores atmosféricos, por una parte por el tamaño de la vía aérea y porque los mecanismos de defensa no tienen la madurez suficiente o son insuficientes.
Fuente extraída de la Revista de Neumonología “Contaminación ambiental y enfermedad respiratoria”, Dr. José D. Cardona, cirujano de tórax.

- Diversos estudios demuestran la relación existente entre estas enfermedades y un ambiente húmedo: de 134 adolescentes afectados por asma o bronquitis, un 78% viven en habitaciones muy húmedas, un 17% en habitaciones secas y un 5% en habitaciones muy secas.
Observaciones parecidas se hicieron con 103 pacientes con rinitis crónica: el 83% vivían en habitaciones húmedas, el 13% en habitaciones secas y el 4% en habitaciones demasiado secas.
Para ilustrar esta relación, es importante saber que el número de ácaros por gramo de polvo en el suelo es de 3 en un ambiente seco y de 83 en un ambiente húmedo.
Información extraída del Diario español de Medicina Práctica del 01/12/1988.